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El agua tibia con limón es una bebida que se ha popularizado en los últimos años como un remedio natural para mejorar la salud, perder peso, alcalinizar el organismo y prevenir enfermedades. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en todas estas afirmaciones? ¿Es realmente el agua tibia con limón una bebida milagrosa o solo un mito sin fundamento científico? En este blog te voy a contar lo que dicen los expertos sobre el agua tibia con limón, sus beneficios, sus contraindicaciones y los mitos que hay alrededor de esta práctica.

¿Qué contiene el agua tibia con limón?

El agua tibia con limón es una bebida que se prepara mezclando el jugo de medio limón con un vaso de agua tibia. El limón es una fruta cítrica que contiene ácido cítrico, vitamina C, bioflavonoides, pectina, limoneno y otros compuestos que le confieren propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales¹. El agua, por su parte, es el líquido vital que nos hidrata y ayuda a regular la temperatura corporal, el metabolismo, la digestión y la eliminación de toxinas.

¿Qué beneficios tiene el agua tibia con limón?

El agua tibia con limón puede aportar algunos beneficios para la salud, siempre y cuando se consuma dentro de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Algunos de estos beneficios son:

– Hidratación: tomar un vaso de agua tibia con limón por la mañana puede ayudar a reponer los líquidos perdidos durante la noche y a mantener una buena hidratación durante el día². La hidratación es esencial para el buen funcionamiento de todos los órganos y sistemas del cuerpo.

– Vitamina C: el limón es una fuente de vitamina C, un nutriente que contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, la cicatrización de heridas, la formación de colágeno, la absorción de hierro y la protección de las células frente al estrés oxidativo³. La vitamina C también puede ayudar a prevenir o aliviar el resfriado común, aunque no hay evidencia de que lo cure⁴.

– Digestión: el agua tibia con limón puede favorecer la digestión al estimular la producción de saliva y de ácido gástrico, lo que facilita la descomposición de los alimentos y la absorción de nutrientes⁵. Además, el agua tibia con limón puede ayudar a aliviar el estreñimiento, la hinchazón y la acidez estomacal, al mejorar el tránsito intestinal y el equilibrio del pH gástrico⁶.

– Piel: el agua tibia con limón puede mejorar el aspecto de la piel al hidratarla, nutrirla y protegerla de los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro⁷. La vitamina C del limón también puede ayudar a prevenir o atenuar las manchas, las arrugas y las cicatrices, al favorecer la síntesis de colágeno y la regeneración celular.

¿Qué contraindicaciones tiene el agua tibia con limón?

El agua tibia con limón no es una bebida peligrosa ni dañina para la salud, siempre y cuando se consuma con moderación y sin exagerar sus efectos. Sin embargo, hay algunas personas que deberían evitarla o consultar con su médico antes de tomarla, como por ejemplo:- Personas con alergia o intolerancia al limón o a los cítricos en general, ya que pueden sufrir reacciones adversas como urticaria, picazón, hinchazón, dificultad para respirar o anafilaxia.- Personas con úlcera gástrica o duodenal, gastritis, reflujo gastroesofágico o hernia de hiato, ya que el ácido cítrico del limón puede irritar la mucosa del estómago y el esófago, provocando dolor, ardor, sangrado o perforación.

– Personas con cálculos renales de oxalato de calcio, ya que el ácido cítrico del limón puede aumentar la excreción de oxalato por la orina, lo que puede favorecer la formación o el crecimiento de los cálculos.

– Personas con anemia ferropénica, ya que el ácido cítrico del limón puede interferir con la absorción del hierro de los alimentos, lo que puede agravar la deficiencia de este mineral.

– Personas con hipertensión arterial, ya que el limón puede interactuar con algunos medicamentos antihipertensivos, como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA), y potenciar su efecto, lo que puede causar una bajada excesiva de la presión arterial.

¿Qué mitos hay sobre el agua tibia con limón?

El agua tibia con limón es una bebida saludable, pero no es una panacea ni una solución mágica para todos los problemas de salud. Algunos de los mitos más extendidos sobre el agua tibia con limón son:

– Adelgaza: el agua tibia con limón no tiene ningún efecto directo sobre la pérdida de peso, ya que no quema grasa ni acelera el metabolismo. Lo que puede ayudar a adelgazar es que el agua tibia con limón puede producir una sensación de saciedad, lo que puede reducir el apetito y el consumo de calorías. Sin embargo, esto no es suficiente para bajar de peso, si no se acompaña de una dieta hipocalórica y equilibrada y de ejercicio físico regular.

– Desintoxica: el agua tibia con limón no tiene ninguna capacidad para eliminar las toxinas del cuerpo, ya que esta función la realizan los órganos encargados de la depuración, como el hígado, los riñones, los pulmones, la piel y el colon. El agua tibia con limón solo aporta hidratación, lo que puede facilitar el trabajo de estos órganos, pero no los sustituye ni los mejora.

– Alcaliniza: el agua tibia con limón no tiene ningún efecto sobre el pH de la sangre, ya que este se mantiene constante dentro de un rango muy estrecho, gracias a los mecanismos de regulación del organismo. El limón, a pesar de ser un alimento ácido, se metaboliza como un alcalino, pero esto solo afecta al pH de la orina, no al de la sangre. Además, no hay evidencia de que el pH de la orina tenga alguna relación con la salud o la enfermedad.

Conclusión

El agua tibia con limón es una bebida que puede aportar algunos beneficios para la salud, como hidratación, vitamina C, digestión y piel, pero no es una bebida milagrosa ni curativa. El agua tibia con limón también tiene algunas contraindicaciones, que deben tenerse en cuenta antes de consumirla. Por último, el agua tibia con limón no adelgaza, no desintoxica ni alcaliniza el organismo, como se suele creer. Estos son solo mitos sin base científica que pueden generar falsas expectativas y frustración. Lo más importante es llevar una dieta variada y equilibrada, un estilo de vida activo y saludable y consultar con un profesional de la salud ante cualquier duda o problema.